martes, 17 de julio de 2007

Tu es la vague, moi l’île nue


Jane Birkin puede lo que pocas personas. Ser la sensualidad hecha persona, transmitir erotismo hasta cuando se rasca la oreja.
Un buen día la Sra. Bardot decidió no grabar una canción obscena temiendo a que su imagen se ensuciara, así que apareció esta chiquita y dijo: Yo lo hago. Uno puede imaginársela tirada en el piso, abrazada a las rodillas de su amante declarándole su amor y también a él, mirando a un lado de la manera más indiferente del mundo. Entonces ella hace lo suyo:
Tu vas, tu vas et tu viens
Entre mes reins
Je vais et je viens
Je me retiens
Él ya no le contesta y ella empieza a gemir. Al principio uno piensa "¿está llorando?", pero no, la sensualidad en carne viva no llora. Gime. Se muere de placer y los oídos se mueren con ella.

1 comentario:

Anatole dijo...

¿Así apareció la Srta. Birkin en Ouro Preto? Oh, Dios, cómo está la calle Corrientes...